Fotobiografía
Cuando miro en perspectiva los más de 40 años que llevo practicando la fotografía creativa veo que he pasado por diferentes etapas de un viaje de búsqueda personal. Al principio mi pasión me llevó a aprender aquellas herramientas que necesitaba llevar conmigo.
En cuanto a los aspectos técnicos fui muy autodidacta. Por lo demás tuve de profesores a los mejores fotógrafos de la época:
Eduard Olivella, Manolo Laguillo, Joan Fontcuberta, Manel Esclusa, Humberto Rivas y otros muchos. Su influencia marcó de manera muy determinante mi forma de entender la fotografía y la de mi generación. En esta época hice varias exposiciones en diferentes lugares de España como el Círculo de Bellas Artes de Madrid o la Casa de la Caritat.
En una segunda etapa me profesionalicé. Empecé a dar clases y monté un estudio de fotografía industrial y publicitaria. Fue una manera de seguir aprendiendo porque la enseñanza te obliga a estructurar lo que sabes para poder transmitirlo y la práctica profesional te pone unos retos técnicos muy elevados. Hacer fotografías todos los días hizo que, poco a poco, dejara de lado la enseñanza y mi obra personal lo que provocó que entrara en una profunda crisis.
Arles 1986. Los nombres son de izquierda a derecha:
Guillumet, Blanco, Ochandorena, Fabregá, Olivella, Carmona, Rivas, América, Siserol.
Busqué ayuda y encontré a la persona que más ha influido en mi vida: Xavier Puigdevall, primero terapeuta y ahora maestro. Además de enseñarme a lidiar con mis demonios personales, abrió mi campo de visión a la profundidad que supone la práctica artística y me inició en la meditación. A través suyo contacté con maestros que son valiosos guías como Claudio Naranjo y Empar Fresquet entre otros muchos. Este período supuso atravesar un desierto creativo que sirvió para que pudiera “matar a mis padres” fotográficos, todas aquellas normas y formas aprendidas de plantear la fotografía. Desprenderse de todo eso fue duro porque me quedé sin suelo en que apoyarme. Solo con el paso del tiempo puedo ver lo necesario que fue realizar esta travesía.
Fotografía del curso de Javier Vallhonrat en el Circulo de Bellas artes de Madrid.
Están Alejandro Castellote, Cristina García Rodero, Jose Manuel Castro Prieto,
Miguel Trillo, Chema Madoz, Iñigo Royo, Javier Diaz y muchos más.
La forma de reconstruirme fue encontrar la manera de unir los dos mundos: el del autoconocimiento y el creativo. Dediqué años a la búsqueda de cualquier aportación que hubieran hecho otros fotógrafos sobre este tema, tanto a través de textos como con sus fotografías. Destacó entre todos ellos Minor White y, últimamente, las enseñanzas de Miksang que me han aportado una sólida base sobre el funcionamiento de la percepción.
En estos momentos mi interés se centra en compartir lo aprendido con otras personas y poder acompañarlas en su viaje creativo.
Luis Ochandorena